Las aguas se estremecían,
se agrietaban sus entrañas
y de su suelo emergía
ruidos y bombas de lava.
se agrietaban sus entrañas
y de su suelo emergía
ruidos y bombas de lava.
Nació un día Lanzarote
del mar, cetáceo marino,
con soplido incandescente,
basa de nuestro destino.
Su estirpe de señorío,
por normando conquistada,
más nobles fueron los nuestros,
más cruel fue la mesnada.
En su seno la belleza
discreta, sin altivez,
donde el fruto de la tierra
muestra fingida aridez.
La mar fue siempre cercana,
cruce de quillas y redes,
la mar ahora está seca,
la luz se apaga, no leve.
Hijos ilustres ha dado
como la roca su liquen,
pero en la grieta más honda
está el sello de Manrique.
está el sello de Manrique.
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