De entre los cien sonetos de autores canarios (Antologías de poetas canarios) he seleccionado uno que, con una expresiva narrativa y profundo pensamiento, habla con generosidad de una vida austera de juventud.
F E L I C I D A D
No me antoja pedir otros presentes
al milagro de luz de la mañana.
Este cielo que llena mi ventana
tiene ya los regalos suficientes.
Nada quiero de más para el sustento
de mi lírico sueño renacido.
Una alondra ha llenado todo el nido
y una lila ha cubierto el firmamento.
Nada pido ni quiero; ya me basta.
Se ha clavado una fiesta en mi alma y hasta
en los dedos me tiemblan cascabeles.
¡Juventud! !Con qué poco te he llenado!
Con un grano de amor se me ha quedado
todo el cuerpo relleno de claveles.
Rafael Arozarena Doblado, 1945